sábado, 10 de mayo de 2008

Gastón Bachelard, El poder de las palabras

Aquí dejo la biografía de unos de los autores que está marcando el camino de estos días, me llama la atención el paralelismo de algunos intereses en común y aproximaciones de nuestro pensamiento.
Hay cosas que expresa no sólo con precisión sino con belleza. Posee una sensibilidad para estudiar la poesía que me allana el camino propio, me ilumina el sentido de mi estilo de escritura, no te pasó que hacés las cosas de manera determinada, porque te salen, un mal ejemplo...
escribo con la derecha y me verás siempre escribiendo (o casi) en imprenta, es mi estilo, porque creo que es más legible de esa manera, por prolijidad, por etc... pero tuve que pensar para entender eso (elucidar es el término correcto). Bien Bachelard elucida por mí ciertos aspectos de mi poética y el que sea muy habitual la abundancia de las imágenes nítidas en mi escritura, tanto poética como prosa.
Resalto en lila los detalles que me impactan.

Gaston Bachelard

(Francia, 1884-1962)
Bachelard
Filósofo y ensayista francés. Bachelard nació en Bar-sur-Aube en el seno de una modesta familia de vendedores de periódicos y tabaco. Al acabar los estudios secundarios trabajó en la oficina de correos de Remiremont hasta 1906 y más tarde en París entre 1907 y 1913. A pesar de trabajar 60 horas por semana en París, empezó a estudiar y se licenció en matemáticas en 1912. Su deseo de ser ingeniero se vio truncado por el estallido de la I Guerra Mundial y su alistamiento en el ejército. Después de la desmovilización, fue nombrado profesor de física y química en Bar-sur-Aube. La teoría de la relatividad echó por tierra sus ideas sobre la física, por lo que regresó al estudio de la filosofía occidental, obteniendo una segunda licenciatura en letras en 1920. Después consiguió una cátedra tras aprobar una oposición (agrégation en Francia), y obtuvo su doctorado en 1927 (su tesis recibió un premio). En 1930 inició una típica carrera profesoral, dando clases primero en Dijon y luego en La Sorbone de historia y filosofía de las ciencias, donde permaneció hasta 1954. Recibió la Legión de Honor en 1951 y el Gran Premio Nacional de las Letras. Una mente tan versátil no podía contentarse con un enfoque filosófico sencillo. A la vez que filósofo, crítico y epistemólogo, era también un científico, un pensador profundo y un poeta. Sus trabajos reflejan tanto su precisión científica como su sensibilidad poética. En sus libros estos dos aspectos no están entremezclados sino que, más bien, se alternan. En 1934, publicó El nuevo espíritu científico y en 1938 La formación del espíritu científico. La importancia epistemológica de ambos libros es todavía evidente y sigue siendo relevante para discernir los problemas científicos contemporáneos. Su idea principal es que en el futuro el conocimiento se basará en la negación del conocimiento actual. Su obra más importante sobre epistemología es El materialismo racional (1953). Sus análisis sobre lo imaginario están recogidos en libros que tienen que ver con su psicoanálisis de los elementos: Psicoanálisis del fuego (1938), El agua y los sueños (1942), El aire y los sueños (1943) La tierra y la ensoñación de la voluntad (1948). Estas obras muestran una gran influencia de Carl Gustav Jung, sobre todo de sus ideas sobre la energía espiritual y la oposición ánima/persona. Bachelard dedicó los últimos años de su vida a una búsqueda más poética: La poética del espacio (1957) y La poética de la ensoñación 1960). Murió el 16 de octubre de 1962 en París. © eMe

Textos:
El agua y los sueños (fragmento)
La poética del espacio (fragmento)

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